domingo, 13 de noviembre de 2011

Comunicado leído tras la manifestación del 12 de noviembre


Buenos días a todos…
…esta marcha ha partido de la plaza del astronauta. Yo de pequeño quería ser Astronauta, muchos de mis compañeros también querían serlo y todo porque eso era soñar con el futuro.  ¿Cuánta gente en el mundo habrá querido ser astronauta? Seguro que muchos y muchas lo imaginaron de pequeños, niños y niñas, de un lugar y de otro, pobres y ricos…
Tener la oportunidad de estudiar es entrar en el camino que te lleva a tus sueños y hacerlo en la escuela pública es sentir que todos tienen las mismas opciones, por eso en estos malos tiempos para la escuela de todos no podemos permanecer impasibles, tenemos que defender la igualdad de oportunidades, las de los niños y las de las niñas, las de los de un lugar y las de los de otro, las de los ricos y las de los pobres,…
A veces los sueños no se cumplen, otras se reconvierten,  pero empezar desde el mismo punto de partida es un derecho que no podemos consentir que desaparezca. La  educación no es gasto, la educación es inversión. Recortar en profesorado o en atención al alumnado con más necesidades, aumentar los alumnos por clase,  poner dificultades al contacto entre profesores y familias, en definitiva dejar de invertir en la pública es poner trabas el futuro y destruir sueños. ¿Cuántos niños que quisieron ser astronautas no tuvieron ni siquiera la oportunidad de intentarlo?
No es momento de dar muchos datos, pero sí una pequeña muestra. Desde hace un tiempo muchos conocemos lo que es el informe PISA: ese análisis de la situación educativa que realiza la OCDE cada tres años. Cada vez que sale nos avergonzamos de nuestros resultados y miramos lo que hacen los países que lo encabezan: el segundo es Canadá donde el 100 por cien del alumnado va a la pública y el primero Finlandia donde el 93 por ciento va a la pública. En España andamos por el 67 y en la Comunidad de Madrid apenas superamos el 50.
Yo estudié en un instituto público de Valdemoro, recuerdo que mi clase antes de ser clase era un cuarto de baño y en donde hubo váteres se curtieron estudiantes de medicina, de ingeniería o de derecho. Los profesores nos enseñaron muchas cosas pero una de las más importantes fue la de tener espíritu crítico, otra la de saber lo que le ha costado a muchas sociedades poseer derechos fundamentales como el de la libertad de expresión. Por eso, atacar a quien opina o a quien deja hacerlo en libertad es destruir parte de lo que entre todos hemos logrado. No defender ese derecho y agachar la cabeza es dejarnos derrotar como sociedad.
Las familias, los estudiantes, el profesorado de infantil, primaria y secundaria, la ciudadanía en general queremos decir un NO rotundo a los recortes en la enseñanza pública, y eso es defender algo indiscutible, defender el bienestar social. Decimos NO a la pérdida de profesores, decimos NO al aumento de las ratios, decimos NO a la privatización de la educación infantil, decimos NO a las ayudas a los que pueden permitirse un colegio privado mientras se debilita lo púbico. Decimos NO a la falta de infraestructuras educativas.
Ahora sé que, posiblemente, no voy a subir a una nave espacial, ni voy a pisar la luna… pero si sé que, como muchos que lo imaginábamos de pequeños, tengo alma de astronauta porque sigo soñando con el futuro, con el mejor de los futuros gracias a mis profesores, gracias a la pública, gracias a la escuela de todos y para todos.

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